Escrito por: Refugio Interior
La Casa Azul, Love of lesbian. La Casa Azul, Love of Lesbian…, ¡¡¡La casa Azul!!!. Así es, yo elegí ir al concierto de “La Casa Azul”. Podría decir que ante esta tesitura cualquier moderno que se precie (de los de verdad) se arrancaría los pelos hasta que le sangraran las entrañas por perderse uno de estos dos conciertos y tener que decidir cuál de los dos tenía que ver.
La verdad que no he llegado a entender esta coincidencia, pero os explicaré mi elección. Me quedé con Guille porque estoy seguro que Love of Lesbian iba a ser más fácil que visitara mi ciudad proximamente, y aunque hace poco que vi a La Casa Azul , no llegué a disfrutarlo plenamente y no me preguntéis por qué, que ya os lo explico yo. Yo si voy a un concierto y no me sé las canciones como que no lo disfruto igual (me aburro), así que necesitaba repetir la experiencia después de haber escuchado el nuevo disco “La Polinesia Meridional” unas cuantas veces (muchísimas).
Bueno yo venía aquí a hablar del concierto de “La Casa Azul” en el SOS así que voy a comenzar, que me da la sensación que divago demasiado.
A ver, si llegamos al festival a las 20:00 de la tarde y el concierto empezaba a las 2:00 de la mañana quiere decir que esperamos unas 6 horas a vivir unos de los mejores momentos “conciertiles” de mi vida. Que sí, que estar de festival mola, el ambiente, los amigos, la música, pero esperar unas 6 horas a que tocara un grupo que yo considero cabeza de cartel, pues no sé, me parece excesivo, pienso que debería haber empezado mucho antes. Que a las 2 de la mañana la gente va muy borracha y no te deja disfrutar bien, pero bueno también el problema es mío que no me gusta la gente (pero no la odio, ¡eh!). Al menos me dio tiempo a buscar a la rubia, ains, donde estarás…
Empieza el concierto, joer, ya tengo los pelos de punta. Se me fue el dolor de pies, piernas, espalda, las ganas de mear…, la música es magia y con “La Casa Azul” mucho más. El escenario con su pantalla donde van pasando imágenes a ritmo de las canciones y el baile de Guille (me encanta), sus dos compañeros con sus cascos futuristas y sus ¿órganos? o lo que sean, genial. Ahora me sé todas las canciones puedo “cantarlas” todas, soy otro Guille (salvando las distancias) pero entre el público (y borrachos). No soy el único que lo da todo, la gente está muy entusiasmada, creo que estoy rodeado de Guilles, somos todos uno. Cada canción es un temazo y un himno, y es que tiene una legión de fans muy fieles entre los que me incluyo. A mí ya me tiene ganado, siempre que pueda ir a verlos mis “dineros” van para sus conciertos.
Me quedo con dos momentos-temazos, uno cuando cantó “Terry, Peter y yo” mi canción insignia del último disco, mi BSO del verano (sí, ya sé que todavía queda…), y es que es una canción que me activa y me hace sonreír, ¿qué más se puede pedir?, pues otro temazo, “La Revolución Sexual”, mi BSO de hace unos cuantos veranos, sí, La Casa Azul pone banda sonora a mis veranos, esto es así. Con La Revolución Sexual saltamos todos al unísono, una marea de manos subían y bajaban sin cesar mientras cantábamos. Por cierto, creo que ya entiendo el significado de la canción.
Mi editora-amiga-Alicia me ha dicho que escriba dos párrafos, creo que me he pasado un poco, así que a lo mejor hay un poco de tijera, no sé si por largo o por cutre. O quizás me merezca mi propio post individual. (Aish, al parecer lo he conseguido, mi propio post...)
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